Manejando la frustración

Hoy mi hijo mayor fue invitado a celebrar el cumpleaños de un amiguito en un parque de diversiones y  todo muy bien, excepto por el pequeño detalle que mi hijo menor NO fue requerido en esta celebración.

Aunque había hablado con los dos acerca de por qué uno iría y el otro no, a la hora de despedir a Marco (el mayor), Marcelo comenzó a llorar y le costó bastante poder organizarse. 

Me dio mucho sentimiento y sentía dolor por él pues lloraba con mucha tristeza. 

En esos momentos sólo pensaba en lo frustrante y poco “lógico” que eran para él los argumentos que yo le había dado con anterioridad. 

 Decidí poner manos a la obra (todo eso lo pensé con mi cerebro ultra rápido en mood “mamá-al rescate”).

Lo que hice fue lo siguiente: 

1- Validar su emoción

Bajarme a su nivel, tomarlo de las manos y decirle que entendía que lo mal que se sentía. Que sabía que esto le estaba ocasionando frustración y que buscaríamos la manera de resolverlo JUNTOS. 

2-Darle su espacio

Permitir que expresara su emoción, le dije tranquilamente que sí quería llorar estaba bien. Trate de ayudarlo a realizar un par de respiraciones profundas cuando lo vi más calmado y el llanto fue cesando poco a poco. 

3- Hablar de lo que SI podíamos hacer 

Ya sabíamos que no era posible ir al parque con su hermano y sus amigos pero lo que SI podíamos hacer él y yo era pasar un día muy bonito juntos, yendo a otros lugares y divirtiéndonos. 

Después del paseo juntos retomamos el tema y Marcelo se quedó mucho más tranquilo y feliz porque el también tuvo su propio espacio y oportunidad para divertirse. 

La frustración es una emoción/sentimiento que experimentamos en muchos momentos de nuestra vida y me parece VITAL enseñar a los pequeños a lidiar con ella de una forma sana. 

Últimamente me he enfocado en realizar algunos cambios para desarrollar una sana convivencia en casa. Hasta hace un par de semanas la rutina y las exigencias que yo misma me imponía me estaban impidiendo ver el panorama completo.

Sigo trabajando en ello y hoy me siento súper feliz de haber avanzado un par de pasos con Marcelo. 

Abrazos 

Fany